martes, 26 de mayo de 2015

Miron Zownir, el lado oscuro de la fotografía

Dicen que la vida no es color de rosa, pero sí que se le parece inmensamente al blanco y negro, tal como una malograda fotografía en un espacio-tiempo inexacto. Admito que admiro el trabajo de esos auxiliares de la historia y el encanto, armados de lentillas que acechan hambrientos a la imagen perfecta, no obstante jamás he sentido asombro alguno por las imágenes reproducidas en una cámara, solo un absurdo repudio desde que me miré a mi misma con una mueca desdeñosa en una espontanea.  Eso será poco más de quince años atrás, en donde un moño blanco con un diamante de fantasía hacía de sombrero, y un vestido floreado parecía más una bata que vestido. Y no era la manera en que me percibía a mí misma, sino que ya desde niña mostraba signos vitales de querer desaparecer en el paisaje cotidiano, ahí donde solo se vislumbra la gran multitud.

Miron Zownir
Corría el año de 1953, grandes sucesos acontecían como respiradores artificiales para la miseria mundial: Iósif Stalin fallece, Berlín se insurrecta y Playboy hace debut, por referir a pocos hechos importantes. Entre ellos, uno muy peculiar: Brota de las entrañas maternas del asco, Miron Zownir. Y cuando digo asco no atento degradar a su madre ni insultar a mis compañeras féminas o al mismísimo Zownir. Me refiero a esa naturaleza pútrida que está fijada en el ser humano como una espiral de pecado capital, un error de ADN ecuménico que sería plasmado en fotografías a blanco y negro por Miron Zownir.
Miron nació al sur Alemania en Karlsruhe, pero veinte años después se mudaría a Berlín, y en los 80’s a Estados Unidos. Actualmente se desempeña como fotógrafo independiente, guionista y director de cortometrajes. Su trabajo exhibe la vida adversa de los vagabundos, la miseria de los drogadictos, el oprobio de las prostitutas, la sexualidad obscena entre los homosexuales y la inminente muerte como un espectáculo público. Zownir captura la brutalidad cruda de la existencia, fascinando a los liberados de ataduras mentales a través de la perturbación e invitando a propios y extraños al ejercicio de la reflexión del deterioro moral. 
Sinceramente no sé una mierda de fotografía, pero apesar de mi indiferencia y atasco fotográfico, Zownir está en mi lista de favoritos. Ni las fotografías de hermosas iglesias han capturado mi interés, o aquellas de mujeres sirena en las piscinas, o las de calles desoladas ni las de bellos paisajes. Zownir simplemente levanta un espejo hacia el mundo, muestra el dedo medio y tira un escupitajo. ¿Quién se ha arriesgado a hacer una flor de la basura?

‘’Probably if I had grown up in a perfectly sterile, positive and functional world, I would have had other nightmares, desires and hopes and would have expressed myself differently.’’ [1]

‘’Probablemente si hubiera crecido en un mundo perfectamente estéril, positivo y funcional, hubiera tenido otras pesadillas, deseos y esperanzas y, me hubiera expresado a mi mismo diferentemente.’’
Miron Zownir

Tomaré apuntes serios de lo que dijo Zownir para conversarlo mañana con mi psiquiatra.



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