Cuando tú no estas, fantaseo
Una guitarra y su son que me acompaña,
Toca sus canciones tristes al pie de mi ventana;
Se desahoga en mis noches estrelladas y cálidas;
Me abraza impaciente en el ritmo de su fiesta,
Y mi falda baila con dolor en sus costuras,
Se va mi pena con la brisa del aire y el perfume.
El olor de su recuerdo salino de entre lágrimas,
Mojan las flores que sobreviven de las memorias,
Y que adornan danzantes el umbral de mi morada.
Canto en sus labios al destino que me abandonó,
A la suerte ingenua que con trampas nos separa,
Al silencio sordomudo después de una canción.
Autor: Janeth Mendoza
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