domingo, 10 de mayo de 2015

El Método Gronholm




Semanas con anticipación a ayer sábado pedí ausentarme temprano del trabajo  para asistir a una obra teatral llamada ‘’El método Gronholm’’ -sí, le comenté a mis jefes que ya tenía boleto listo para el teatro sin ningún impedimento, ya que ellos como el Yin y el Yang son el complemento perfecto de la tolerancia-, la cual es una adaptación del libro del mismo nombre perteneciente al dramaturgo catalán Jordi Galceran, quien ha sido reconocido internacionalmente gracias a esta controvertida obra fundada en la audacia de la Psicología Industrial. Y no es que sea una entusiasta de la conducta humana, de hecho sobrepaso el pesimismo en cuanto a ella, pero el excepcional film español ‘’El Método’’, me motivó bastante para desear admirarla en escena.

Ya fuera de preámbulos, ‘’Tijuana hace Teatro’’ abrió el telón unos minutos tarde, debido al exceso de asientos vacios. Y tal parece que funcionó ante toda esperanza fallida a casi media hora después de la hora prevista, o bien, quince minutos después de estar en escena. Así es, mi esfuerzo de unas dos semanas por llegar temprano fue muy en el fondo un desperdicio de nervios. 
''Tijuana hace Teatro'', Elenco

Pues bien, la puesta inició con Fernando (Jesús Quintero) un hombre de mediana edad de actitud aparentemente nostálgica que ingresa a lo que supuestamente es la sala de conferencias de la multinacional a la que es candidato para un importantísimo puesto de trabajo, o mejor dicho, a un cuarto traslúcido integrado por una mesa, seis sillas, un jarrón de agua y cuatro vasos; toda esta reducida decoración conformó la escasa escenografía de principio a fin. Para este entonces ya me cuestionaba seriamente el precio de mi boleto. Fue entonces donde Enrique (Manuel Villaseñor) otro personaje aparece en escena y me despeja de mis pensamientos miserables y capitalistas a través de una carcajada. -Bueno, igual y es cautivadora en cuanto al sentido de humor-, mi ingenuidad brilló como un reflector que reventaría dentro de diez minutos. Y reventó. Ya no era tan gracioso. Y es que no tenía nada que ver con la película! (ahora sé que la película es una adaptación de la obra teatral). De tal modo fuera de mi cuadro mental entraron a escena otro hombre, Carlos (Emmanuel Vega) y una mujer llamada Mercedes (Valeria Vega-Kuri); en total fueron cuatro actores en toda esta obra. Tristemente me preguntaba por Nieves ¿Dónde está Nieves? ¿Fernando? ¿Y Montserrat la pseudo-secretaria? ¿Por qué Carlos es otro Carlos? ¿Qué le ha pasado a Julio? ¿Qué le ha pasado a todos? Otro diálogo interno acontecía en mis entrañas. En un principio del final del proceso de selección, los cuatro candidatos a un mismo puesto de trabajo se confundieron especulando que alguno de ellos sería el entrevistador o los entrevistadores. Al corroborarse los unos a los otros que ninguno eran empleados de Dekia, la empresa a la cual aplicaban, algo inesperado sucedió. Se les precisó que en cualquier momento ellos eran libres de abandonar la prueba de selcción de personal y que si decidían hacerlo ‘’bajo cualquier motivo’’ no habría regreso, ya que al pasar el umbral de la puerta todo terminaría.

Recibieron una carta que les especificaba que uno de ellos efectivamente no era un participante real sino un psicólogo empleado de Dekia para evaluarlos desde adentro. La carta también los ponía a prueba para descubrir en diez minutos quién de ellos era el infiltrado. Ante tal consternación todos comienzan a evaluarse rápidamente preguntándose sobre sus vidas y sus trabajos, si bien con una negativa de exponer el nombre del lugar donde trabajanban, aunque al final queda una medida neutral que los protege a todos, no hay infiltrado sino que es parte de la estrategia de la compañía el hacerles creer que hay uno, no obstante conservan sus sospechas. Enrique recibe una carta personal que le obliga a explicar a sus compañeros el porqué engañó a su esposa con otra mujer y como cayó en una depresión severa a causa de todos los problemas que esta ultima le proporcionó; y como su situación personal afectó negativamente su desempeño en el ámbito laboral. Dekia encomendó a Fernando, Carlos y Mercedes la tarea de posicionarse como agentes de Recursos Humanos de dicha corporación encargados de evaluar la situación y darle una solución inmediata, que en cualquier caso definiría el futuro de Enrique como competidor. Fernando creyó conveniente un despido, Carlos y Mercedes consideraron que unas vacaciones a Enrique ayudarían a sacarlo de su depresión y que a su regreso, su desempeño laboral mejoraría o volvería a ser el mismo de antes de su depresión, ya que es difícil encontrar a un empleado con las capacidades y habilidades tan beneficiosas que Enrique ha ofrecido a su empresa por muchos años. Es así que Mercedes y Carlos salvan a Enrique de ser descalificado de la prueba. A su vez, Enrique reafirma que esa fue la medida que su empresa tomó ante tal circunstancia, pero poco después develaría jactancioso que les mintió en la mayor parte de su historia.

La prueba de aptitud pasa aparentemente a ser un juego de trabajo en equipo o de competición individual, ya que son pedidos representar cada uno a un personaje de acuerdo al sombrero que previamente eligieron y defenderlo con su vida, además se informa que la situación en la que sus personajes se encuentran es crítica ya que todos ellos  van a bordo de un avión a punto de estrellarse y solo hay un paracaídas disponible. Mercedes es un payaso y dice que merece salvar la vida porque ella hace reír a los niños. Enrique es el político y declara que merece ser salvado por ser un buen ciudadano y servir en beneficio del pueblo, porque sin los políticos no habría organización en sociedad, y si no hubiera organización social no habría sonrisas de niños felices ni iglesias a las que ir. Carlos es un torero y no sabe cómo defender a su personaje objetivamente aunque dice que es el único que sabe lo que se siente encarar a un toro, con valentía, y que por eso Mercedes debería usar el paracaídas. Fernando es un obispo y está listo para defenderse hasta la muerte, aunque una llamada al celular de Mercedes lo interrumpe momentáneamente, al parecer Mercedes se encuentra un poco agitada y preocupada. Fernando simplemente dice que él se salva porque se salva sin realmente explicar el porqué, o sea que el toma el paracaídas traicionando el acuerdo de debate.

Ahora es el turno de Carlos y es necesario que revele un hecho íntimo que al parecer era casi secreto, que pronto se realizará una cirugía para cambio de sexo y que actualmente está en tratamiento de hormonas. Fernando convierte a Carlos en bocadillo de burlas por sentirse una mujer en vez de un hombre. Mercedes se niega a creer que Carlos, uno de sus ex novios sea en realidad gay y en camino de ser transexual. Enrique solo permanece neutral. Por supuesto Fernando decide despedir a Carlos justificando que ha ocultado su cirugía de sexo a la empresa y alegando que tal cosa afectaría la imagen de Dekia. Carlos le pide a Mercedes que interceda en salvarlo, pero Mercedes se rehúsa, es entonces que Carlos les deja saber que una empresa que discrimina a sus trabajadores o potenciales empleados no tiene ningún valor ético o humano, y que no era necesario que ellos lo descalificaran porque de cualquier modo él se marcharía a causa de tanta humillación emocional para mantenerse dentro de la prueba.

Mercedes recibe otra llamada en la que se le informa que su madre ha muerto en el hospital, a lo que ella siente culpabilidad por no haber atendido a la primera llamada. Es así que Carlos trata de convencer a Mercedes de abandonar la prueba con él, Carlos casi lo logra pero Mercedes desiste para demostrar a Fernando que él se equivoca con ella y que no por ser mujer o pasar un evento tan triste como la muerte de su madre es menos fuerte ante sus ojos. Carlos abandona la sala y Enrique revela que él es el psicólogo infiltrado, lo cual hace sentir a Fernando astuto por sugerirlo desde un principio. Es así que Enrique abandona la sala y deja a Mercedes y Fernando compitiendo juntos. Otra prueba llega y Fernando la lee, sin embargo antes de todo, Fernando le hace ver a Mercedes que es una mala hija por no haber acompañado a su madre en sus últimos momentos de vida y que ni después de muerta respeta su memoria a causa de su ingratitud y de la comodidad que siempre ha sido ser la niña rica. Le confiesa que el creció en una familia pobre donde sus padres se esforzaron por ofrecerle humildemente la mejor vida a pesar de toda la miseria. Que cada día su padre le traía un regalito barato a casa como forma de hacerle saber que siempre tenía a Fernandito en su mente y que en respuesta, Fernandito limpiaría las lentejas que su madre cocinaría para su padre hasta la fecha. Fernando le leyó la cartilla a Mercedes explicandole que los valores familiares fueron su pilar más importante para obtener su éxito personal, y que sin ellos él jamás hubiese logrado o sido alguien exitoso. Que su prioridad número uno han sido sus padres y que su amor absoluto por ellos es dejarles saber cada día que el orgullo de ser su hijo se lleva en su logros. Mercedes llora desconsoladamente y Fernando aprovecha para compartirle a Mercedes que su madre está en realidad muerta y no cocinando lentejas, y que ni siquiera sabe dónde está su padre desde hace mas de quince  años que se fue. 
Fernando le dirá a Mercedes que la carta pedía hacerla llorar y ella sin saberlo lo hizo. Mercedes abandona la sala, ahora es casi objetivo que Fernando ha sido el ganador indiscutible al puesto de trabajo. Sin embargo no hay nadie que se presente ahora con un contrato y como van las cosas parece que se ha quedado encerrado en la sala de conferencias porque la perilla no abre. Fernando llama a la planta y les comunica que se ha quedado encerrado, pero al parecer le contestan que nadie más está trabajando a esa hora, es entonces que Fernando interroga acerca de los otros candidatos a lo que es notificado que nadie ha firmado de salida. En ese momento Mercedes, Carlos y Enrique entran todos juntos a la sala de conferencia y le revelan que los tres son infiltrados y que la prueba aun no termina; se le pide a Fernando abandonar un momento la sala mientras los tres discuten si es apto para el puesto o no. Al incorporarse Fernando nuevamente a la sala, los psicólogos evidencian sucesos inesperados para Fernando. Eventos de acuerdo a la poca empatía que mostró al presentársele situaciones bajo presión similares a las de él, como que su hermano es homosexual, su madre está muerta y que su padre abandonó a su madre por otra mujer. Que su depresión le llevó a arruinar la productividad de su empresa, y que como resultado fue despedido, además de que lleva más de un año desempleado y que, sin embargo es sorprendente para ellos como ha podido soportar tanta presión psicológica, no obstante reprueban su actitud agresiva durante el proceso  de evaluación ya que su nivel de empatía es casi nula y que por eso no es un candidato ideal, ya que en palabras de Mercedes, ‘’no buscan a un hombre bueno que aparente ser hijo de puta, sino un hijo de puta que aparente ser bueno’’.

Y después de todo este recital tengo que exponer mi opinión y decir que las actuaciones fueron pésimas, salvo por Manuel Villaseñor que estuvo medianamente creíble y que se le da naturalmente la comedia. 
Valeria Vega-Kuri no vivió plenamente su personaje, y puedo otorgarle la razón ya que fue menospreciado durante toda su actuación. Durante todo el proyecto Mercedes es vista a través de los ojos ofuscados de la misoginia y ella directa e indirectamente lo permite. Y es porque a pesar de representar a Mercedes, una mujer directora de un banco, no tenía la actitud de dirigir nada, por muy contrario, ella era guiada como corderito hacia el matadero. Solo expresaba su opinión si era requerida, dudaba cuando la duda debía estar vetada y su lenguaje era tan pobre en cuanto a vocabulario que solo disparaba malas palabras para decir algo que no expresaba coherentemente. Asimismo elaboraba preguntas inútiles con respuestas de por sí obvias, además de que no personificaba a la mujer decidida, fuerte, inteligente o capaz de influenciar a un departamento con solo hablar, y es a lo que vuelvo, el personaje de Mercedes fue pisoteado, escupido e ignorado. Hubo un gran vacío en el escenario que Mercedes escavo y escavo más a fondo.

Jesús y Emmanuel no actuaron sino que llevaron sus propias personas a un escenario; nunca existieron los personajes de Fernando o Carlos sino guiones y gestos que nos hablaban de ellos o lo que se parecía a ellos. No se encontró esa conexión con el personaje ni mucho menos con la audiencia.

La dicción de los personajes fue inverosímilmente penosa, aunque el sonido y audio no fueron más que deficientes. La iluminación fue terrible, había momentos en que la oscuridad lo era todo sin ser necesaria y otros donde la exageración de luz borraba los rostros de los actores. Lo rescatable es que Tijuana se arriesgue con obras teatrales internacionalmente reconocidas apoyando al tiempo el hacer teatro por actores locales.

Es por eso que la película ‘’El Método’’ se lleva las palmas para mí y si deseas mirarla aquí te dejo el video:


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